jueves, 28 de mayo de 2009

IN THE BATTLEFIELD. MY LIFE.

Gracias a todos lo que me habéis acompañado en los momentos buenos, no tan buenos, malos y muy malos de mi vida.
Gracias por no seguir preguntando después de un ¡DÉJAME EN PAZ! por mi parte...o por haberlo hecho hasta sacarme la verdad y así poder comprender mejor mi situación y ayudarme.
Gracias por esos hombros en los que tantas veces he llorado.
Gracias por esa paciencia infinita.
Gracias por entender. Por animar. Por no permanecer callados cuando lo que en realidad buscaba era silencio (aunque no me conviniera).
Por estar a mi lado cuando a base de desquites y mal humor intentaba sacar a todos de mi vida.
Gracias por hacerme parar a tiempo. Por no dejarme sola en ningún momento.
Gracias por hacerme ver la realidad aunque aún hoy haya veces que me arrepienta.
Gracias por ser mis amigos antes que padres. Por ser mis amigos antes que compañeros. Por ser mis amigos antes que médicos. Por ser mis amigos antes que jefes.
Gracias por no tener en cuenta las malas palabras que han salido de mi boca. Por no tener en cuenta el daño que os he hecho, cuando en realidad sólo quería hacerme daño a mí misma. Aunque yo no lo supiera.
Gracias por haber estado atentas y presentes.
Gracias por no haberos creído mis mentiras aunque no fuera yo quien mintiera.
Resumiendo…

Gracias por todo.

Tal vez ya habréis oído o leído alguna vez esta historia…
A mí me acompañó durante una larga (y poco deseable) época de mi vida.
Es una simple mención a lo que es la verdadera amistad.
Espero que os toque la fibra sensible al menos la mitad de lo que en su día me la tocó a mí.


Iván y Sergio son soldados en el ejército.
Pasan horas hablando de qué harían si los mandaran al campo de batalla. De que ganarían la guerra por su valentía y determinación como pasaba en las películas que solían ver los domingos por la tarde en casa de alguno de ellos.
Estalla una guerra y mandan a un batallón en el que Iván está incluido.
Los amigos se despiden prometiéndose que volverían a verse pronto.
A los días ese batallón regresa. Todos menos Iván.
Sergio pregunta a los demás por el paradero de su amigo, informándole estos de que su amigo había sido alcanzado por fuego enemigo, quedando mal herido y al borde de la muerte. No le pudieron ayudar debido a lo arriesgado de la situación.
Sergio expresó su deseo de salir en su ayuda, a lo que el capitán se negó rotundamente.
Haciendo caso omiso de la prohibición se puso en marcha.
A los 4 días llegó al campamento con sólo un soplo de vida y llevando con él el cadáver de su amigo.
El capitán lleno de furia gritó:

-“Ahora no sólo he perdido un buen hombre. He perdido dos por una causa vacía. Y dime, ¿te merecía la pena morir por rescatar un cadáver?”
A lo que el soldado moribundo respondió:

-“Por supuesto que sí, mi capitán. Cuando lo encontré aún estaba vivo y pudo decirme: AMIGO, ESTABA SEGURO DE QUE VENDRÍAS”

1 comentario:

  1. que bonito, ya había leido la historia (de eso me he dado cuenta casi al final xD) pero es tan sincera. :)

    Hoy he tenido exámen de física y química (si es que nuestro profe es muy guai y nos lo pone de toodo lo anterior en cada exámen ¬¬')....pero bueno, me salió bien que es lo que importa :)

    tu qué tal? :)


    unbesitoOo!!!

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